El movimiento de Gallarate

Era conocida la historia de este movimiento filosófico, no sólo por los volúmenes que contienen las Actas de las diferentes Asambleas celebradas, sino también por otras publicaciones, como es la «Enciclopedia Filosófica», y especialmente por la obra del Padre Carlo Giacon, Il Movimento di Gallarate: i dieci Convegni dal 1945 al 1954.

El Humanismo de Camus

El ateísmo de Camus no es el término de un proceso, vital o filosófico; es un punto de partida. Es un hecho con el que se topa en el barrio obrero donde vive sus primeros años, una herencia que recibe de la sociedad en que vive. «Yo no parto del principio de que la verdad cristiana sea ilusoria; sino del hecho de que no he entrado en ella»

Astronomía bíblica

Los criterios para la debida inteligencia de los textos bíblicos relacionados con materias científicas, que expondremos aquí sumariamente, son hoy especialmente útiles ; la profusión de las traducciones al lenguaje vulgar del Antiguo y Nuevo Testamento no solamente ponen estos libros en manos de numerosos lectores. sino que también la liturgia hace otro tanto respecto del pueblo que asiste a los divinos oficios. Y es natural que al ocurrir pasajes alusivos a cuestiones científicas y en concreto astronómicas, los que poseen algunos conocimientos de esta clase hallen alguna dificultad en darles la conveniente interpretación.

Llull en su época y en la época moderna. La síntesis de P. Marzal

El presente artículo no tiene otra finalidad que dar un eslabón más a la cadena de lulistas, de las centurias de los siglos XVII y XVIII, presentados en trabajos anteriores. Las dos centurias citadas son períodos de crisis y de lucha, períodos de alborada de la visión moderna de la ciencia, épocas de inseguridad, por no querer romper definitivamente con los elementos recibidos de la tradición, por parte de algunos, y épocas de atrevimiento también para los que pretendían implantar la nueva visión cósmica.

Relación de la Iglesia y el Estado en una Sociedad católica

Ya antes de promulgarse la Declaración conciliar sobre la libertad religiosa había entre nosotros quienes sostenían que nuestro actual Concordato habría de ser no sólo reglamentado, sino radicalmente cambiado y aun suprimido. Primero, porque el ideal les parecía la separación, aunque amistosa, entre la Iglesia y el Estado, y no la unión que, según ellos, establece el Concordato; y segundo, porque los derechos de los acatólicos, en materia religiosa, no son respetados por él, pues se les imponen limitaciones injustas y contrarias a los signos de los tiempos.

Principios para la organización de la carrera eclesiástica

El Concilio Vaticano II ha establecido ciertos principios fundamentales confirmando leyes comprobadas ya por la experiencia de los siglos e introduciendo novedades en consonancia con la índole de las necesidades actuales. Pero no era incumbencia del Concilio concretar en particular las normas de aplicación, que deben inspirarse en los principios generales aprobados por el Concilio y siguiendo su mismo espíritu. En la aplicación surgen los diversos criterios y las dificultades, especialmente en el punto delicado de la unión que debe haber entre la carrera sacerdotal y los estudios modernos necesarios para la vida en nuestra época.

¿Y la filosofía del seminarista?

En estas mismas páginas observábamos en enero de 1965 un punto que creíamos del mayor interés: la integración de los estudios que forman al sacerdote, dentro de un plan unitario y jerárquico.

Número 54

Año 15 | 1966 Editorial ¿Y la filosofía del seminarista? Sin autor Artículos Principios para la organización de la carrera eclesiástica Eleuterio Elorduy Torras y Bages y el Sacerdote de hoy Juan Roig Gironella Relación de la Iglesia y el Estado en una Sociedad...