Discurso de Su Santidad el Papa Pío XII
Con gran satisfacción, amados hijos de la Unión de Juristas Católicos Italianos, os vemos aquí reunidos junto a Nós y os damos cordialmente la bienvenida.
Con gran satisfacción, amados hijos de la Unión de Juristas Católicos Italianos, os vemos aquí reunidos junto a Nós y os damos cordialmente la bienvenida.
Pío XII, que en sus alocuciones y discursos ha dado al mundo un contenido doctrinal tan abundante y que toca tan en lo vivo
los problemas contemporáneos, abordó decididamente en una alocución a los Juristas esta cuestión, siempre actual, pero hoy día más si cabe, de las relaciones entre Iglesia y Estado.
El existencialismo es una palabra cómoda y, poco rigurosa que recubre un cúmulo de corrientes ideológicas, cuya uniformidad más que en la línea clara y diáfana del pensamiento, debe buscarse en un cierto tono fundamental que las envuelve a todas.
El destino esencial de la mujer es la maternidad, el cuidado y perpetuación de la familia, misión que supone infinitos cuidados y derroche de inagotables tesoros de inteligencía y de amor durante la mayor parte de los años de la vida femenina adulta.
El hombre busca naturalmente la unión con sus semejantes: nace siendo un ser social. Pero apenas ha realizado esta unión, intervienen mil causas para romperla, o para restringirla, o para dirigir la union de unos contra la unión de otros. De ahí las rivalidades, las luchas, las guerras.
Un problema antiguo, pero siempre nuevo, es el que se presenta al hombre cada vez que éste quiere mejorar el ambiente en que se encuentra. Es problema difícil porque si el hombre no se aísla del ambiente para hacerse a sí mismo mejor, no mejorar el ambiente; pero si se aísla, cortando sus comunicaciones con él, tampoco podrá influir en él para ennoblecerlo.