Verdad y libertad
Autor:
Eudaldo Forment Giralt
Localización:
Espíritu: cuadernos del Instituto Filosófico de Balmesiana, ISSN 0014-0716, Año 49, Nº. 122, 2000, págs. 173-195
Idioma:
Español
Introducción:
Es frecuente que, en la actualidad, se utilice, en el lenguaje corriente, la expresión «calidad de vida» para referirse a la dignidad del hombre. Con ello, parece que la dignidad de la vida humana dependa de los modos de vivir. Aunque sea un deber para todos intentar la mejora de la calidad de la vida humana, o el progreso humano y espiritual del hombre, sin embargo, la dignidad básica del hombre no está en su modo de vivir, sino en su propia persona, que tiene siempre la misma dignidad. Desde su inicio hasta su fin. De ahí que los derechos humanos, el primero de ellos es el de la vida, son independientes del modo de vivir, tanto en el aspecto biológico, cultural –se es igualmente persona con o sin salud, con cultura o sin ella– y ético –hay buenas y malas personas, pero todas son personas–, y en cualquier otro. La vida humana tiene que estar de acuerdo con la dignidad del hombre, pero el modo de ser esta vida no constituye su dignidad.