Fragmentos de filosofía
Autor:
Juan Pegueroles
Localización:
Espíritu: cuadernos del Instituto Filosófico de Balmesiana, ISSN 0014-0716, Año 33, Nº. 90, 1984, págs. 131-146
Idioma:
Español
Introducción:
«Un hombre pobre tiene un Dios rico, un hombre rico tiene un Dios pobre», ha escrito Feuerbach. Para el ateísmo moderno, Dios no es más que una proyección del hombre. Dios es lo que el hombre todavía no es. El hombre pone en ese Ideal, que llama Dios, las perfecciones que él desea y de las que carece. El hombre está alienado. El progreso del hombre es un proceso de desalienación o ensimismamiento: tomar para sí, apropiarse las perfecciones de las que se había desposeído. Devolver a su verdadero Sujeto (el hombre) los Predicados (verdad, bondad … ) que, por ignorancia, había puesto en un Sujeto ilusorio (Dios). Escribirá Sartre: «Si Dios es todo, el hombre es nada; si el hombre es todo … ». No es verdad. La verdad es todo lo contrario.
[yuzo_related]