¿Primacía de la autonomía o primacía del otro? (Kant o Lévinas)

El proceso educativo se debate entre el problema de los medios (o problema didáctico, técnico) y el problema de los fines (valores ideales, morales, materiales). El problema de los fines postula ante todo la existencia de una inteligencia y de los valores tras los cuales se orienta. Obrar sin una finalidad no parece ser un obrar inteligente. La inteligencia, en efecto, halla o se propone fines, antepone deseos, fantasías, y utiliza luego medios para alcanzar esos fines. Es propio del saber sapiencial el considerar los fines de la vida humana; y es propio del discurrir y actuar racional el buscar los medios más adecuados a los fines propuestos.

La identidad del «yo» como descubrimiento por el otro (M. Buber) y como cuidado de sí mismo (M. Foucault)

Sin la conciencia de sí mismo (de la propia identidad) no habría responsabilidad moral posible, pues no habría conciencia del sujeto permanente. Por ello no esde extrañar que el tema de la toma de conciencia de sí sea tan antiguo como la cultura griega, la cual recomendaba el conócete a ti mismo como una tarea moral de capital importancia. Por otra parte, ¿quién no recordará que la preocupación por el conocimiento de sí y de Dios fueron las dos grandes preocupaciones de Agustín de Hipona.