Sobre la «Metafísica del bien y del mal»
Las palabras con que Schumacher comienza su sugerente Guía para los perplejos pueden perfectamente servir de introducción al comentario que ahora inicio a la Metafísica del bien y del mal, de C. Cardona.
Las palabras con que Schumacher comienza su sugerente Guía para los perplejos pueden perfectamente servir de introducción al comentario que ahora inicio a la Metafísica del bien y del mal, de C. Cardona.
Las consideraciones que siguen pretenden mostrar cómo la profundización y el adecuado tratamiento de los principios metafísicos
fundamentales se revelan extraordinariamente fecundos a la hora de abordar y dar solución a los problemas más vitales que la existencia del hombre plantea. En concreto, intento manifestar que la correcta consideración de los rasgos peculiares del acto de
ser humano representa una vía privilegiada para definir, en sus fundamentos ontológicos, las notas que han de caracterizar el amor entre los esposos.