¿Soñamos los valores?

Cuando soñamos, sentimos la realidad de modo arbitrario y caleidoscópico. Sabemos que los sueños encierran verdades que muchas veces nos ocultamos, pero en definitiva son irreales. Lo que en ellos nos atrae o nos repele, lo que apreciamos o despreciamos, carece de coherencia y realidad. Somos sólo nosotros los que vivimos y valoramos una pura apariencia de realidad subjetivamente. Pero, como escribiera Calderón, ¿la vida es sueño y los sueños sueños son?