Sabiduría y prudencia. Relaciones y prelación

La sabiduría y la prudencia son dos virtudes intelectuales que, teniendo por sujeto la facultad racional, se distinguen por su dominio y ejercicio. Preguntarse por cuál de ellas es superior es tratar de responder a la pregunta acerca de si la actividad contemplativa es inferior o no a la práctica. La finalidad de este artículo es analizar y valorar los argumentos que santo Tomás ofrece para resolver esta cuestión.

La critica Kantiana a la virtud como término medio

El término medio (méson) es el término equidistante entre dos extremos, uno de ellos por exceso y el otro por defecto. De la definición que Aristóteles da en la Etica a Nicómano se desprende, como él mismo indica, que el término medio pueda ser considerado como absoluto o como relativo. Tomado como absoluto, el término medio dice relación a la misma cosa de la que es término medio. En cambio, si va referido a la persona que lo considera, el méson es relativo. En el primer caso (término medio absoluto) se busca la proporción aritmética (arithmetiken analogían) entre los extremos, resultando el término medio uno y el mismo para todos. Por ejemplo, si diez es demasiado, y dos poco, seis, que difiere lo mismo de dos que de diez, es el medio absoluto, y para todo el que lo considere ésta es una proporción invariable.

La actividad práctica

La clasificación de la actividad vital humana que Aristóteles realiza da como resultado tres clases de actividad, la contemplativa, la práctica y la poiética cuya diferencia más significativa se encuentra en las características de finalidad e interioridad de las acciones que les son propias. El orden práctico del comportamiento humano está constituido por dos clases de operaciones: el obrar, cuyo resultado son los actos o acciones, y el hacer, efecto del cual son las obras o producciones. Ambas actividades pertenecen al ámbito práctico, pero están claramente diferenciadas.

La aprehensión del singular en el proceso del conocimiento moral

En un conocido artículo que lleva por título Moral Perception and Particularity, Lawrence Blum se lamenta de que la filosofía moral contemporánea haya centrado su atención en las reglas y principios que guían la conducta, en la decisión y la elección moral, en la universalidad y la imparcialidad de los actos, olvidando la percepción moral que precede a todas estas consideraciones cuando, en realidad, si una situación no se percibe como una situación moral, el agente no iniciará ningún proceso deliberativo que finalice en una elección. “In fact [dice Blum] one of the most important moral differences between people is between those who miss and those who see various moral features of situations confronting them”.