por Manuel Ocampo Ponce | 121-2000
Durante el encuentro de presidentes de las comisiones episcopales de América Latina para la doctrina de la fe, celebrado en México en 1996, el Cardenal Ratzinger mencionaba que actualmente el problema central de la fe gira en torno al relativismo que en ésta década, no sólo se presenta con su veste de resignación ante la inmensidad de la verdad, sino como una posición definida positivamente por los conceptos de tolerancia, conocimiento dialógico y libertad, conceptos que según algunos pensadores, quedarían limitados si se afirmara la existencia de una verdad válida para todos. El relativismo constituye la fundamentación filosófica de la llamada democracia actual que propone el liberalismo. Por eso la sociedad liberal se caracteriza por ser una sociedad relativista.
por Manuel Ocampo Ponce | 123-2001
La globalización del mundo liberal ha producido un impacto moral en la sociedad actual, por otra parte, las afirmaciones de Max Sheller sobre tema de los valores provocaron una especie de emancipación de la axiología respecto a las demás ciencias filosóficas. En el presente estudio pretendo mostrar el importante nexo entre ser y valor, entre política y ética. La ética social como ciencia filosófica práctica nos permite reflexionar a partir del ser y penetrar en la naturaleza de los valores sociales y de los derechos humanos.
por Manuel Ocampo Ponce | 125-2002
Es evidente el hecho de que el mundo contemporáneo se caracteriza por el imperio de la técnica y de las ciencias particulares y por el olvido de la metafísica. Los signos más representativos de la época actual se hacen patentes por el descrédito de la filosofía y por ende de las humanidades, la disolución de la Universidad como consejera y promotora de la actividad intelectual y cultural de las sociedades contemporáneas, las ciudades altamente tecnificadas y comercializadas, la supremacía de la mercadotecnia, la excesiva intervención del hombre en los procesos químicos y biológicos, la especialización pormenorizada, el relativismo científico y axiológico, la vida eminentemente utilitaria, la abundancia de productos ineficaces… La ciencia sustituye su actividad especulativa restringiendo su campo y colocándose exclusivamente al servicio de la técnica y de los procesos económicos y productivos que no siempre contribuyen a la realización humana. Hace falta el diálogo de la filosofía perenne con todas las disciplinas en las que el hombre desarrolla su actividad cultural.
por Manuel Ocampo Ponce | 131-2005
Conócete a ti mismo, es la recomendación que se encuentra en la inscripción de Delfos, que resulta fundamental para toda comunicación y que coloca a la filosofía como indispensable en la formación de todos aquellos que pretenden comprender la comunicación desde una perspectiva profunda, científica y universal. Y esto puesto que sólo con el conocimiento metafísico del mismo hombre, se cae en la cuenta de que la incomunicabilidad ontológica de la persona es la condición de toda relación y de toda comunicación.
por Manuel Ocampo Ponce | 135-2007
S. S. Juan XXIII en su encíclica Pacem in Terris señala que hoy más que nunca, gracias a los avances científicos y tecnológicos, el hombre es capaz de descubrir el maravilloso orden que reina en los seres vivos y en las fuerzas de la naturaleza al mismo tiempo que ha adquirido un dominio sobre esas fuerzas para ponerlas a su servicio. Sin embargo, añade que a este orden tan perfecto del universo se opone el desorden de los individuos y entre los pueblos en los que a todas luces, se manifiesta el hecho de que las relaciones se rigen por la vía de la fuerza. El error radica en el hecho de pensar que las relaciones entre los hombres y sus respectivas comunidades políticas se pueden regular bajo las mismas leyes del mundo material, y de los vivientes irracionales que forman parte del universo.
por Manuel Ocampo Ponce | 137-2008
Realismo metafísico y sistema de significación lingüístico.
El imanentismo o subjetivismo moderno y contemporáneo dejó al hombre en un mundo sin sentido. De esto se han seguido numerosos intentos por construir, o crear un sentido a través del lenguaje, de la comunicación y de los signos. Esto se pone de manifiesto en las propuestas conocidas como filosofía analítica, filosofía del lenguaje y hermenéutica, así como en la semiótica iniciada por Ferdinand de Saussure, Thomas Sebeck, Jacques Derrida, entre otros.