por Joan Pegueroles | 157-2019
Según San Agustín, hay en el hombre un deseo natural de la felicidad, un deseo natural del Bien supremo, un amor Dei natural. La tarea ética consiste fundamentalmente en elegir este mismo Bien como bien moral, en llegar a un amor Dei personal.
por Joan Pegueroles | 023-1957
Empezamos por examinar una solución incompleta. Asi quedará más definida luego, nuestra tesis.
por Juan Pegueroles | 025-1958
Hay en el hombre un hondo anhelo de unidad. El conocimiento analítico no le contenta plenamente. Ansía el todo, la síntesis. Contemplar en paz y en gozo un panorama cósmico ordenado y armónico. Con un centro unificador y radiante. Contemplar en el mundo un Universo.
por Joan Pegueroles | 042-1962
El itinerario de Agustin en la busca de la Verdad esta lleno de hondas ensefianzas. Es un itinerario cuyas etapas sucesivas coinciden admirablemente con la historia última del pensamiento moderno. Los tumbos errantes de aquella mente grande parece que abren las roderas por donde habían de correr los racionalistas de hoy. De hoy y de todos los tiempos. Agustín es aqui otra vez el hombre y su aventura se convierte en paradigma: ése es el camino del Racionalismo.
por Joan Pegueroles | 045-1963
Para empezar, nada mejor que echar un vistazo a la Historía de la Filosofía. Precisamente este trabajo no va a ser en parte etra cosa que un poco de filosofía de la Historia de la Filosofía.
por Joan Pegueroles | 054-1966
El ateísmo de Camus no es el término de un proceso, vital o filosófico; es un punto de partida. Es un hecho con el que se topa en el barrio obrero donde vive sus primeros años, una herencia que recibe de la sociedad en que vive. «Yo no parto del principio de que la verdad cristiana sea ilusoria; sino del hecho de que no he entrado en ella»
por Juan Pegueroles | 055-1967
Nuestra postura, la de muchos cristianos, frente al cuerpo tiene más de pagana que de cristiana. No voy a indagar el porqué. Constato el hecho.
por Joan Pegueroles | 058-1968
Memorias del subsuelo (1864) es el pórtico de las grandes obras dostoyevskianas. Libro clave y complejo, que es un grito y una protesta contra el ambiente racionalista y socialista, contra todo intento de mutilar al hombre, de ponerle límites a los anhelos infinitos de su espíritu. El hombre no es (sólo) racional y no quiere ser dichoso (con una dicha finita): necesita el misterio, lo inconmensurable y lo eterno.
por Joan Pegueroles | 059-1969
El fin de la vida no es la felicidad (le bonheur). Todo, en el mundo, es demasiado pequeño para nuestro anhelo. «Basta mirar alrededor para darse cuenta de que el hombre no ha sido hecho para ser feliz.»
por Joan Pegueroles | 060-1969
El año 373, en Cartago, siendo estudiante de retórica, San Agustín pasó por una crisis interior decisiva, por obra y gracia de un libro que cayó en sus manos. Lo narra él mismo en unas páginas emocionadas de Las confesiones: « Según el curso normal de los estudios había llegado a un libro de Cicerón … Este libro ciceroniano contiene una exhortación a la filosofía y se llamaWortensio. Y es de saber que este libro trocó mis aspiraciones … Envilecióse de repente para mí toda vana esperanza, y con increíble encendimiento de mi corazón deseé la sabiduría imperecedera, y comencé a levantarme para retornar a Ti… Y lo que sólo me deleitaba en aquella exhortación era que me excitaba y me encendía con vivo fuego a amar y buscar y alcanzar y retener y abrazar con firmeza no tal o cual escuela de sabiduría, sino la Sabiduría»
por Joan Pegueroles | 061-1970
«Es capital para la inteligencia del agustinismo el hecho que San Agustín no separó nunca la Sabiduría, objeto de la filosofía, de la felicidad. Lo que busca es un bien cuya posesión sacie todo deseo y confiera por ende la paz. Este eudemonismo fundamental nace de la actitud de San Agustín, que desde un principio y para siempre vio en la filosofía algo muy distinto de la búsqueda especulativa de un conocimiento desinteresado de la naturaleza. Lo que le preocupa es el problema del destino del hombre. Llegar a conocerse, para saber lo que hay que hacer para ser mejor y si es posible ser feliz: éste es para él todo el problema… Es cierto que San Agustín busca la verdad para ser feliz, pero nunca ha pensado que sea posible una felicidad separada de la verdad».
por Joan Pegueroles | 063-1971
«Estamos viendo crearse a nuestro alrededor una derecha sólida, resuelta a vivir en mundo que ya no existe, y una izquierda poco homogénea atraída ahora por una cosa y después por otra. Pero lo que contará será el centro, un centro quizá poco importante en número, pero lo suficientemente fuerte para sentirse en su casa lo mismo en el mundo de ayer que en el de hoy, lo suficientemente perseverante para efectuar una tras otra las transiciones necesarias, lo bastante poderoso para rechazar las medias tintas y para reclamar las soluciones definitivas, aunque para llegar a ellas sea necesario saber esperar» (B. LONERGAN, en «Informations catholiques internationales», n. 359, p. 20).
por Joan Pegueroles | 064-1971
San Agustín hace suya, modificándola a la luz de la fe cristiana, la teoría platónica de las ideas. Dios obra racionalmente. Antes de obrar, piensa lo que va a hacer. Antes de crear, ya tiene «una idea» de lo que va a crear.
por Joan Pegueroles | 066-1972
Recurre constantemente en esta obra de Blondel la metáfora de la solidificación, para expresar el término del devenir de los seres. La tercera parte se intitula precisamente: «Solidification des etres». En ella se expone cómo los seres que todavía no son, que están llegando a ser, finalmente se «solidifican», es decir, alcanzan el ser son de verdad.
por Juan Pegueroles | 069-1974
La materia (informe) y la forma son, en el pensamiento agustiniano, los principios constitutivos del ser creado.
La creación comporta dos operaciones (simultáneas) por parte de Dios: la creación de la materia informe, atribuida al Padre, y la formación de la misma, atribuida al Verbo.
por Juan Pegueroles | 070-1974
El concepto de la libertad, en San Agustín, comporta dos elementos: autodeterminación de la voluntad y orientación al bien. La orientación al bien puede ser doble: al bien como bien-para-mí o felicidad, y al bien como bien-en-sí o moralidad. El fin último y el bien supremo al que tiende el hombre es Dios, el cual es a la vez orden (bien-en-sí) y paz (bien-para-mí).
por Juan Pegueroles | 072-1975
La procesión plotiniana se realiza en dos momentos (simultáneos): uno de constitución en el ser potencial, indeterminado; y otro de actualización, de determinación del ser. El primero ( exitus) hace ser; el segundo ( reditus) hace ser tal (ser Inteligencia, ser Alma). Resumiré brevemente la exposición que hace J. Trouillard de la procesión en Plotino.
por Juan Pegueroles | 073-1976
En el libro XIV de la obra De Trinitate culmina la investigación emprendida por San Agustín en el libro VIII en busca de una imagen de la Trinidad en el espíritu creado.
por Joan Pegueroles | 075-1977
Estas páginas no quieren ser más que unas breves y varias notas de lectura a propósito del libro de John J. McNeil, The. blondelian synthesis. A study of the influence of german philosophicai sources on the formation of mondel’s method and thought (1966).
por Joan Pegueroles | 076-1977
La prueba agustiniana de la existencia de Dios por la verdad está largamente expuesta en dos textos principales que son el libro II del De libero arbitrio y el libro X de Las confesiones. En estas páginas pretendo recoger otros textos menores que reproducen sustancialmente el proceso de la prueba.