Desestima de la unidad religiosa en la conciencia pública

A la pregunta de si los herejes han de ser tolerados en la sociedad cristiana, responde Santo Tomás que «A propósito de los herejes dos cosas se han de considerar: una, de parte de ellos mismos; otra, de parte de la Iglesia. De parte de ellos está el pecado por el que merecieron no sólo ser separados de la Iglesia mediante la excomunión, sino excluídos de este mundo con la muerte. Porque mucho más grave es pervertir la fe, de que depende la vida del alma, que falsificar la moneda con que se atiende a la vida temporal. Si, pues, los falsificado es del dinero u otros malhechores son sin más, y justamente, condenados a muerte por los príncipes seculares, con mucha mayor razón podrán los herejes no sólo ser excomulgados, sino justamente ejecutados, luego de haber sido convencidos de su herejía»

Relación de la Iglesia y el Estado en una Sociedad católica

Ya antes de promulgarse la Declaración conciliar sobre la libertad religiosa había entre nosotros quienes sostenían que nuestro actual Concordato habría de ser no sólo reglamentado, sino radicalmente cambiado y aun suprimido. Primero, porque el ideal les parecía la separación, aunque amistosa, entre la Iglesia y el Estado, y no la unión que, según ellos, establece el Concordato; y segundo, porque los derechos de los acatólicos, en materia religiosa, no son respetados por él, pues se les imponen limitaciones injustas y contrarias a los signos de los tiempos.

Algunas dificultades actuales contra la Fe Católica

La trascendencia de los misterios revelados, objeto de nuestras creencias católicas, con la consiguiente inaccesibilidad a su claro conocimiento por las solas fuerzas de la razón, y la lejanía espacial y temporal de los hechos históricos en que se nos descubre la realidad de la revelación, como son principalmente los referentes a la vida, pasión, muerte, resurrección y obra redentora de Jesucristo, han sido siempre, son y seguirán siendo, hasta el fin de la humana existencia temporal, ocasión de inquietudes y dudas en materia de fe.

Secularismo, Secularidad y Secularización

Problema actual para nosotros, los católicos, es lograr un verdadero y claro conocimiento de la actitud que debemos adoptar ante el mundo, en orden a construirlo, como hoy se suele decir; que es lo mismo que perfeccionarlo y hacerle progresar en todo lo posible para el verdadero bien del hombre.