Mito, conocimiento y acción. Continuidad y cambio en los procesos culturales

Recientemente se ha publicado la obra Mito, conocimiento y acción. Continuidad y cambio en los procesos culturales en la editorial Peter Lang, coordinada por los doctores Claudio César Calabrese, Gustavo Esparza y Ethel Junco. Tal y como expresa su propio título, los ocho ensayos que la integran trazan un magistral recorrido en torno al mito: se analiza y evalúa esta noción en tanto que sistema de pensamiento, sistema de conocimiento y sistema de acción. Este grupo de investigadores de la Universitat Abat Oliba CEU, de la Universidad Panamericana de México y de la Universidad Autónoma del Estado de México comparten entre sí la premisa mediante la cual el mito es considerado una forma de conocimiento del mundo.

Texto y visión mística en san Agustín y en santa Hildegarda

El entramado profético y visionario del texto de santa Hildegarda puede comprenderse a la luz de la reflexión agustiniana, como la continuidad de una tradición antes que simple presencia textual; intentamos probar, entonces, esta doble hipótesis: por un lado, que el movimiento de la experiencia profética de santa Hildegarda puede seguirse según los parámetros considerados por san Agustín; por otro, en evidente dependencia del anterior, que el dato “de este mundo” como prisión (no el cosmos, sino el estado de desorden y hostigamiento de la necesidad) sólo puede ser cabalmente comprendido mediante un movimiento del espíritu hacia lo alto o hacia lo profundo, según lo marque la lógica interna de este movimiento.

La belleza en el cuento maravilloso

En esta comunicación nos proponemos esclarecer la noción de virtud a partir de la metafísica tomista del esse. Por eso nuestra reflexión partirá de los textos mismos del Aquinate. Aunque un estudio histórico crítico de las fuentes y de la evolución de los conceptos de virtud y de virtus essendi en santo Tomás seguramente ayudaría a tener una perspectiva más amplia, nos excusamos de tomar esta vía aquí pues ello exigiría un desarrollo mayor del que podemos realizar en esta sede. Nos limitaremos entonces al desarrollo doctrinal, que es el más fundamental, sin perjuicio de que otros estudios completen las ideas aquí esbozadas. La profundización metafísica en el concepto de virtud es de especial importancia, no sólo para el desarrollo de esta disciplina, sino también para utilidad de la teología y para la iluminación desde la filosofía primera de las filosofóas segundas referidas al hombre, a su personalidad y a su obrar.