Bien personal y bien común

En el ámbito teológico cristiano, donde aparece por primera vez el término «persona» con la significación actual, y en filosófico desde San Agustín y Boecio, se identifica la máxima individualidad y la persona. Todos los autores medievales, que tratan la temática de la persona, coinciden en relacionarla con la singularidad o individualidad.

El valor de la persona y de su vocación al amor para la vida social

Toda vivencia o práctica de lo social verdaderamente fecunda, valiosa y humanizadora procede, por necesidad, de una concepción de la sociedad dotada de estas mismas cualidades. Por eso, no podemos aspirar, con garantías, a una convivencia social más adecuada y perfecta, si no partimos de una visión y una reflexión más hondas y ricas a este respecto. De aquí, la importancia de perfiliar una comprensión de lo social cada día más plena; es decir, más y mejor orientada hacia la consideración de la persona y de su inmarcesible dignidad.

Bretano y el Aquinate

Una de las tesis centrales de la Psicología desde el punto de vista empírico, obra programática de FRANZ BRENTANO que vería la luz por vez primera en Alemania en 1874, consiste en afirmar que se dan fenómenos de dos clases, a saber, fenómenos físicos – objeto de las Ciencias de la Naturaleza – y fenómenos psíquicos – objeto propio de la Ciencia psicológica –, los cuales tienen en común el método con que se los estudia: la experiencia. La obra de BRENTANO constituyó un intento valioso de restauración de la Filosofía en un ambiente nada propenso a aceptar disciplinas especulativas.

Perspectiva antropológica del sufrimiento

Dolor o sufrimiento humano, se trata de una cuestión ineludible para toda comprensión filosófica sobre el hombre. En cierto sentido, la verdad del hombre entra en una profunda crisis ante su propio dolor. El sufrimiento humano reclama el planteamiento renovado de las cuestiones fundamentales sobre el origen, el sentido y el destino del hombre. La vida humana, a través del dolor, se halla en un estado de profunda indigencia, pendiente siempre de la exploración de la vía del sentido de su propia existencia. Ciertamente el mal quiebra la existencia del hombre. El pasado se recuerda tantas veces dramático; el presente se nos presenta angustioso; y el futuro se presagia incierto, dominado por un miedo que amenaza con apoderarse del alma humana y de su libertad. El ser humano tiembla con el dolor.

Los riesgos de la democracia según Alexis de Tocqueville: Una aproximación a las teorías de James Buchanan

En los últimos años hemos asistido a la intermitente recuperación del pensamiento de Alexis de Tocqueville (1805-1859), quien durante mucho tiempo fue prácticamente un autor olvidado. Se realizan nuevas ediciones de sus obras, se publican libros directa e indirectamente inspirados en sus ideas o que analizan sus planteamientos; y su pensamiento es objeto de artículos, discusiones y congresos.

¿Primacía de la autonomía o primacía del otro? (Kant o Lévinas)

El proceso educativo se debate entre el problema de los medios (o problema didáctico, técnico) y el problema de los fines (valores ideales, morales, materiales). El problema de los fines postula ante todo la existencia de una inteligencia y de los valores tras los cuales se orienta. Obrar sin una finalidad no parece ser un obrar inteligente. La inteligencia, en efecto, halla o se propone fines, antepone deseos, fantasías, y utiliza luego medios para alcanzar esos fines. Es propio del saber sapiencial el considerar los fines de la vida humana; y es propio del discurrir y actuar racional el buscar los medios más adecuados a los fines propuestos.

Heidegger y la cuestión del ser

El pensador alemán Martin Heidegger desarrolla su actividad filosófica dentro del ámbito de la fenomenología de Edmund Husserl. Sin embargo, cuando en 1927 publica su primera obra importante, Ser y tiempo (Sein und Zeit), incluye en ella una crítica radical de la subjetividad trascendental husserliana. Según Heidegger, Husserl pretende establecer como dato más simple y evidente la conciencia pura e inmutable del sujeto que constituye el mundo y hace posible toda significación al darle a todo objeto su carácter de objeto, una unidad y un sentido más allá de su ser espacial y temporal. Pero Heidegger considera que esta conciencia pura e inmutable enfrentada a los objetos no es el dato más simple y originario, sino una ilusión generada por el conocimiento teórico, el cual introduce en la vida natural la relación objetivante “sujeto que tiene delante un objeto” en que consiste su propia estructura, y con ello deforma esa vida natural o espontánea impidiendo el acceso a su auténtica fuente de significación, al hecho de que cada yo se encuentra consigo mismo en el mundo en aquello en lo que vive o de lo que se ocupa, en el hallarse inmerso en un proceso temporal e histórico constituido por unos todos de significatividad o todos de útiles dentro de los cuales él está en continua actividad, comportándose, existiendo. Lo primario que se trata de entender no será accesible desde los conocimientos de un sujeto acerca de los objetos, ni siquiera desde los actos del sujeto sobre los objetos, sino desde los comportamientos del sujeto, que incluyen tanto a los objetos como a lo que el propio sujeto experimenta en sí mismo. El punto de partida tiene que ser el análisis de la actividad práctica de la vida.

Dostoyevsky, Newman, y otros textos

Acerca de la libertad son posibles dos tesis opuestas, la atea y la cristiana. El pensamiento ateo afirma que si hay Dios no hay hombre, no hay libertad humana. El pensamiento cristiano afirma exactamente lo contrario: si no hay Dios no hay hombre, sólo Dios hace posible la libertad humana.

Número 130

Año 53 | 2004 Artículos Dostoyevsky, Newman, y otros textos Joan Pegueroles Heidegger y la cuestión del ser Vicente Lozano ¿Primacía de la autonomía o primacía del otro? (Kant o Lévinas) William R. Daros Los riesgos de la democracia según Alexis de Tocqueville: Una...